jueves, 4 de febrero de 2016

No hay Dios si no Dios... El estado del Sexenio

Querido Blog Hoy es otro día especial para mí.

Siiii otro día especial después de aquellos de Enero, del 1ro de Febrero... si, otro día especial.
Hoy estoy cumpliendo un Sexenio de vida adicional... y he de confesar que al ver el clima alpino en el Rancho tuve un poco de miedo para salir.
Todo recordaba aquella mañana lluviosa en que me dispuse a ir a trabajar y al cambiar mis planes... no solo mis planes si no mi vida entera cambió.

Hoy hace 6 años mi rodilla dejó de ser esa hermosura biomecánica natural y se volvió la hermosura biomecánica con aditamentos adicionales que hoy es...

Aún recuerdo como caminaba por la calle y como me detuve en esa fatídica esquina esperando cruzar, aún recuerdo ese cielo grisaceo que ví cuando volé por los aires y la decisión que tomé en el momento para vivir.

Recuerdo hasta la oración que invoqué:

"No hay Dios sino Dios"

Aún recuerdo el frío del pavimento y el súbito dolor que sufrí, aquel enviado de Dios que era un Doctor del IMSS y que iba pasando en el momento del accidente, sus palabras y su forma de estabilizarme. Aún recuerdo sus preguntas sobre la fecha... "Qué día es hoy?" decía.. "Jueves" yo contestaba... (A que persona como la que era, le importaba saber que era 4 de Febrero de 2010) Aún recuerdo como todos a mi alrededor tenían celular y nadie podía llamar pues "no tenían Saldo", las instrucciones que dí y  los detalles que no debía dejar escapar. Aún recuerdo cuando Carlos llegó por mí, la forma en que me ayudó y me llevó en la ambulancia... Aún recuerdo muchas muchas cosas de ese evento hasta el momento de llegar con el Doc Joel... y se realmente en que momento me perdí... Después de ver sus ojos, no recuerdo nada...

Realmente no se en que momento conocí al Doc Raul... lo que si recuerdo es que lo primero que recuerdo de él es su sonrisa...

Se cuentan muchas historias de lo que pasó ese día en mi oficina y yo lo único que recuerdo es esa mañana en que me visitó el Ing. Villar en el hospital, ese momento en que hablé con mi Jefe y su visita un sábado por la mañana. Recuerdo la mano de Ivo al estar en la cama del hospital, las visistas de Pao, Celia, Lau, mis compañeras de la oficina... de mi familia.

Mi vida hasta ese momento era plena, me pude haber muerto y no me iba a arrepentir de nada, había disfrutado lo que yo había querido disfrutar. Había viajado, bailado, enfiestado, estudiado y trabajado todo lo que quería.

Después de varias operaciones y rehabilitación, las bellas y expertas manos de mis Doctores Joel, Raul  en el bisturí, acompañadas de las decididas manos de Anita y Monste al mando de las terapias... de los incansables y amorosos cuidados de mi Mamá y Mamaí, el apoyo de mi Papá y mi Sistersandwich... aquí estoy.

Fueron mínimo 6 meses de estar fuera de escena, de recibir mensajes diarios de ánimo por parte de mis amigos (en especial recuerdo los conteos de Lau y Beto cada mañana), visitas incluso que me salvaron la existencia (como aquella de mi ataque de lactosa mientras me visitaba Rocío), y aquellas que siempre me hicieron sonreir (Malika, Miki, Norma, Irma, Celia, Pao, Lola, Jaira)... las de mi Abuela que al lado de mis tías o tíos llegaba a saludarme antes de su partida.

En realidad no supe la razón para no querer morir, pero seis años después entiendo la razón para querer vivir... La vida cambió,  conocí muchas personas, mi Twittstar,  Vp0rti,  los mueganitos, mis caballeros MiDictador, Buen Jerry, Martuchita, Rach, Annie, Gab, Martirio, Josh, Aye, Lorejan, Gallo, La Comadre, Nan, el Guapoft, Pilldorita, MasterBadger cada uno fue llegando a mi vida con  mucha alegría. No puedo mencionar a todos los que ahora suman más de 1,000 y que le han puesto sabor a la vida. También le he dado más tiempo a los reencuentros con aquellas amistades añejas que la vida se encargo de llevar por caminos distintos pero que al final tienen cosas en común con mi ser.

Por fin me animé a realizar al lado de Josh ese viaje al fin del mundo para ver Auroras Boreales (que fué lo que menos vimos) y terminé sentada en un trineo tirado por perros a -38°C; ahora si, nadie me lo cuenta!

Y así casual se dió la llegada de Josh y luego de mis hermosos DomDom, Max, Mateo, Cathy, Ander, Lupita, Elena, Larissa, Estela, Maryam... Muchos peques que me hacen sonreir aún cuando no los pueda abrazar todo el tiempo.

Aún hay muchas cosas que vivir pero se que a 6 años tengo mucho que agradecer a la vida y a cada uno de los que me han acompañado en este largo viaje. Se que quizá muchos nombres no aparezcan siendo parte importante en mi vida pero créanme no es por falta de querencia.

La vida no se ha acabado y debo, debo... debo de dejar de escribir pues la tarde se aprecia hermosa y tenemos que caminar... ya sin ayuda de bastón ni andadera, sin rodillera y con la hermosa cicatriz que me recuerda que estoy en pie.

Hoy como hace 6 años es Jueves 4 de Febrero pero no soy la misma.

*Notas sobre redacción, serán bienvenidas... pero ya no me importarán*